HABITAR EN EL CAMINO: TRAYECTOS, AFECTOS Y VIVIENDAS TRANSITORIAS

Resumen

La casa no es un sitio, sino un trayecto. El objetivo de este artículo es abrir la mirada al habitar como
un acto que ocurre en el trayecto entre espacios. Habitar, en arquitectura, suele interpretarse como una
experiencia que se determina por el análisis de un sitio y de la subjetividad del habitante. La vivienda,
en este sentido, se entiendo como un elemento íntimamente ligado a su contexto. Desde un enfoque
antropológico que rescata narrativas de la vivienda rarámuri y los refugios de migrantes, se propone
una experiencia de habitar como parte de un recorrido, donde la arquitectura se codifica y significa a
partir de la situación del habitante, cambiante, desarraigada y en constante tránsito. El argumento
central es que la vida ocurre en el camino. La vida es un movimiento constante que no se detiene ¿por
qué la casa habría de hacerlo? Si la experiencia de habitar imprime arraigo y pertenencia, también esta
experiencia ocurre en sitios intermedios, en espacios indefinidos como las casas estacionales y los
refugios temporales.